Encarnar las enseñanzas
Hace un tiempo, mi hija estuvo en un Monasterio de Nepal participando en cursos de budismo tibetano. Me contó que había tenido una muy buena experiencia; yo la noté transformada y, por primera vez, abierta a una tradición espiritual. Eso me llevó a querer conocer algo de dicha tradición. Ella me comentó que en el Monasterio le habían dicho que había una monja que se había formado allí durante muchos años y que actualmente coordinaba grupos en Buenos Aires. Decidí contactarme con ella y le envié un mail. Me respondió amablemente sugiriendo que la llamara por teléfono y, para mi sorpresa, tuvimos una larga conversación telefónica. Me preguntó cómo la había ubicado, y le conté la historia que ella escuchó con atención. Luego me informó que su Centro era muy pequeño y que tenía muchas dificultades para difundir sus actividades aquí, por lo que tenía poca concurrencia. Me dijo también que en este país a la gente le cuesta mucho comprometerse, tener continuidad y disciplina. Agreg