La voluntad para la práctica se va construyendo
Hace muchos años, una profesora de piano le dijo a mi hija: “tenés condiciones, pero si querés ser pianista tendrías que ejercitar al menos cuatro horas por día”. Mi querida hija continuó en el Conservatorio de Música por un tiempo, sin poder cumplir con esa expectativa. Le gustaba el piano, pero no podía dedicarle tanto tiempo y no sabía si por falta de voluntad o de energía. Frustrada, lo dejó y siguió por otro camino. En mi experiencia, la mayoría de nosotros nos hemos encontrado con alguna aseveración semejante, al emprender algún aprendizaje o actividad, como por ejemplo, “hay que meditar veinte minutos todos los días” o “hacer gimnasia tres veces por semana”. Todos tenemos más facilidad para practicar ciertas cosas y no tanto otras. Contrariamente a lo que muchas personas creen, no existe siempre una relación lineal entre la vocación, la voluntad y la facilidad que tenemos para ejercitarnos. Podemos tener vocación e incluso facilidad para algo, pero poca voluntad pa