Técnicas para el insomnio
Muchas personas
tienen dificultades para dormir, ya sea porque tardan mucho tiempo en hacerlo,
o bien porque se despiertan en medio de la noche y les cuesta volver a
conciliar el sueño.
A algunas de estas
personas les alcanza con aplicar las recomendaciones habituales, tales como no
ver televisión ni conectarse con equipos electrónicos antes de dormir; no tomar
café, té ni mucho líquido después de las cinco de la tarde; mantener un horario
habitual de comidas y descanso; relajarse, etcétera.
A otras personas, en
cambio, estas recomendaciones no les resultan del todo efectivas. Debido a
ello, he explorado otros métodos que suelen ser beneficiosos para armonizar y
serenar el cuerpo, la emoción y la mente, y que, por lo tanto, facilitan el
descanso.
Técnica
tensión-relajación
Acuéstate de
espaldas y sin almohada. Mientras tomas aire, tensiona lentamente todo el
cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, afloja toda la tensión al exhalar.
Haz este ejercicio
unas cuantas veces.
Técnica del
“shshsh”
Inhala y cada vez
que exhalas, emite el sonido “shshshsh” (se puede hacer mental o vocalmente).
Si te distraes,
vuelve al sonido.
Técnica de bajar
el volumen
Imagina que tienes
un regulador de volumen delante de tu cuerpo. El volumen 10 se ubica a la
altura de tu frente y el nivel 1 debajo de tu ombligo.
Ahora imaginas que
bajas muy lentamente el volumen del 10 al 1.
Puedes repetir el
procedimiento varias veces, figurándote que hay una serie de reguladores
ubicados a mayor o menor distancia de tu cuerpo, y que cada regulador actúa a
mayor nivel de profundidad.
Técnica de viajar
por el espacio
Después de
relajarte, lleva tu atención al espacio que rodea tu cuerpo. Imagina que estás
contenido en un globo o burbuja porosa. Inhala y exhala con la atención en esa
burbuja. Cuando inhalas, la burbuja se contrae; cuando exhalas, la burbuja se
expande (o al revés si te resulta mejor). Luego, imagina que la burbuja se
agranda hasta abarcar toda la habitación,
y que continúa expandiéndose y contrayéndose al ritmo de tu respiración.
Al cabo de unos
minutos, imagina que sales de la habitación, y vuelas o flotas hasta el cielo.
Una vez en el cielo, sigues viajando a
través del Universo o te quedas flotando en él.
Puedes probar cuál
de estas prácticas te resulta mejor cada día, o realizar las cuatro
secuencialmente, desde la primera hasta la última. Ten presente que en algunos
momentos necesitarás repetir mayor cantidad de veces cada ejercicio o toda la
secuencia.
Pon el foco en
realizar los ejercicios y no empujes sus resultados, ya que forzarte
a dormir te puede generar tensión y es contraproducente.
Espero que estas
técnicas propicien un sueño muy profundo y reparador.
Lic. Eugenia Lerner
Comentarios
Publicar un comentario