Reclamo

A Inés la despertó la patita de su gata en la mejilla, a las seis de la mañana, como era habitual. Se quedó remoloneando un rato en la cama y luego se duchó, tomó un desayuno liviano, le dio de comer a Lady (su gata), la acarició y partió rumbo al trabajo.

Después de acomodarse en su box y ponerse los auriculares, atendió la primera llamada del día:
- Buenos días, soy Inés, ¿En qué puedo ayudarlo?
- Este es el tercer mes consecutivo que me quieren cobrar el servicio de Internet, que YA DI DE BAJA. Ya reclamé varias veces por este motivo.
- Lo lamento, Sr. Por favor ¿puede darme su número de teléfono para verificar la factura?
- Si, se lo doy, pero esta conversación ya la tuve 20 veces y no resolvieron mi problema.
- Entiendo, por favor, deme su número de teléfono para verificar.
Inés verifica la factura y responde:
- Efectivamente Sr. le cobraron el servicio indebidamente. Por favor tome nota del número de su reclamo: EJ4728F
- Si, ya sé que me lo cobraron indebidamente, eso es lo que le dije. Lo que le pido es que lo solucionen, que Uds. tomen nota.

Después de tomar unos sorbitos de café, Inés atendió el segundo llamado:
- Buenos días, soy Inés, ¿En qué puedo ayudarla?
- Si eso espero, que me ayude!!!!!! Porque hace una semana que estoy esperando que me resuelvan el problema con mi e-mail y no me lo resuelven. Páseme con su supervisora por favor, porque quiero agilizar esta cuestión.
- Sra., lamento el inconveniente, yo tomaré su reclamo, ya que la supervisora no la puede atender en este momento.
- ¿cómo que no me puede atender?
- Son las instrucciones que tengo Sra., lo lamento.
- BUENO, MI RECLAMO ES QUE NO ANDA MI CASILLA DE E-MAIL.
-¿Cuál es el problema específico que tiene con su e-mail Sra?
- ¿Otra vez le tengo que contar todo? ¿No lo tiene ahí en el sistema?
- Disculpe Sra., pero necesito saber qué inconveniente tiene para dejarlo asentado y pasar nuevamente su reclamo a servicio técnico.
- El problema es que NO RECONOCE MI CONTRASEÑA. ¡¡¡Necesito que lo solucionen A LA BREVEDAD !!!
- Ya quedó asentado su nuevo reclamo; el inconveniente será resuelto a la brevedad.

Inés salió del trabajo como todos los días a las 17 hs. Había tenido una jornada particularmente difícil y pensó que le haría bien caminar unas cuadras, para despejarse. Pero no se despejó. Mientras caminaba, pasaban por su cabeza, desordenadamente, distintas voces que le decían que había facturado mal los servicios, que no había resuelto los problemas técnicos, que ya le habían explicado una y otra vez todas las cosas, que tenía que solucionar todo YA... 

Cuando regresó a su casa, Lady estaba sentada, como siempre, del otro lado de la puerta. Esperaba recibir los cariños habituales: mimos, palabras tiernas, algo rico para comer. Pero ese día no recibió nada. Desconcertada, la gata la increpó con la mirada y maulló. Inés la miró fijo y le gritó: ¡¿Qué?! ¡¿Vos también me vas a reclamar?!


Comentarios

Entradas populares de este blog

Kuleana: un hermoso concepto hawaiano

Más que la suma de nuestras partes - Entrevista a Richard Schwartz

Vuelvo sobre tus huellas, Tom